Limitar la cantidad de tiempo que sus niños juegan videojuegos durante las vacaciones de verano puede ser un desafío, en especial cuando ellos tienen mucho tiempo libre y usted probablemente no. Pero aunque poner límites saludables a la frecuencia con la que pueden jugar puede ser un desafío, los beneficios valen la pena, tanto para los niños como para usted.
Entre el 90 % y el 99 % de todos los niños estadounidenses juegan videojuegos. Alrededor de cuatro de cada diez adolescentes estadounidenses afirman que juegan videojuegos a diario, de los cuales el 23 % lo hace varias veces al día. Si bien los datos más recientes son limitados, un estudio de 2009 estimaba que el 8,5 % de los niños y adolescentes menores de 18 años en todo el mundo podrían ser adictos a los juegos. Dado que a partir de entonces se observa un mayor uso de todas las formas de tecnología por parte de los jóvenes, cabe suponer que el porcentaje de jóvenes adictos a los videojuegos ha aumentado.
Si bien puede ser tentador dejar que los niños jueguen videojuegos todo lo que quieran durante el verano —sobre todo si esto los mantiene callados o permite que usted pueda hacer su trabajo o disfrute de un rato tranquilo—, dejar que lo hagan puede suscitar importantes preocupaciones.
Cómo puede afectar negativamente a los niños el uso excesivo de videojuegos
Si los niños pasan demasiado tiempo jugando, pueden desarrollar problemas de salud física, como una mala postura, tensión ocular y lesiones repetitivas por distensión muscular, así como una nutrición deficiente y un estilo de vida sedentario que pueden contribuir a la obesidad y a los problemas relacionados con ella. También pueden experimentar alteraciones en los patrones de sueño, lo que puede provocar fatiga. Si bien esto podría no ser un problema tan grave durante el verano, puede predisponerlos a una mala rutina y a dificultades de concentración una vez que se reanuden las clases. Si están demasiado cansados para concentrarse en la escuela o pasan tiempo jugando cuando deberían estar haciendo la tarea o estudiando, su compromiso educativo y sus calificaciones pueden resentirse.
Otra preocupación es el desarrollo social, ya que el uso excesivo de videojuegos puede hacer que los niños prefieran las interacciones virtuales en lugar de las relaciones cara a cara, lo que conduce al deterioro de las habilidades sociales y al aislamiento social. Cuanto más aislados estén los niños, más riesgo corren de desarrollar problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, o de que se agraven este tipo de problemas.
Además, los niños pueden tener problemas para controlar sus impulsos y desarrollar comportamientos adictivos, al priorizar los juegos sobre las responsabilidades y otros intereses. Si les gusta jugar videojuegos violentos, no solo pueden insensibilizarse a la violencia, sino que sus comportamientos impulsivos y adictivos también pueden volverse cada vez más agresivos.
En última instancia, el juego excesivo podría tensar sus relaciones familiares, ya que pueden surgir conflictos sobre la gestión del tiempo y los niños podrían volverse reacios a participar en actividades familiares. Para hacer frente a estas preocupaciones es necesario equilibrar los hábitos de juego, fomentar hábitos de estilo de vida saludables y garantizar que los contenidos sean adecuados para cada edad.
Limitar el tiempo que los niños dedican a los videojuegos durante el verano puede fomentar el juego al aire libre, la actividad física y las interacciones sociales, y promover así un estilo de vida más saludable. Permite estrechar los lazos familiares, fomentar la creatividad y explorar nuevos pasatiempos. Limitar el tiempo de juego también puede mejorar los patrones de sueño y prevenir la sobreexposición a contenidos de juegos potencialmente dañinos, y mejorar así el bienestar general de los niños.
Cómo limitar los videojuegos de los niños durante el verano
Aunque no cabe duda de que dar a los niños demasiado acceso a los videojuegos conlleva ciertos peligros, permitirles jugar también tiene aspectos positivos.
A continuación, se mencionan algunos:
- Los videojuegos son divertidos.
- Pueden ser educativos (ABCya, duolingo, Epic!, Science360), fomentar la creatividad (Minecraft, Super Mario Maker 2, Cities: Skylines, Planet Coaster, The Sims, Terraria) y fomentar la resolución de problemas (Toad Treasure Tracker, Tetris, Escape Academy, Baba Is You, Outer Wilds, Keep Talking and Nobody Explodes).
- Pueden ayudar a los niños a socializar y a crear una red de apoyo entre pares.
- Pueden ayudar a regular las emociones negativas.
Como con tantos otros vicios potenciales, la clave para permitir que los niños jueguen videojuegos es la moderación. Su principal preocupación no debería ser que los niños jueguen, sino que lo hagan con demasiada frecuencia.
Si bien la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda que los niños no jueguen videojuegos durante más de 2 horas al día durante el verano, cada niño es único y no existe un enfoque único para todos.
Según el Dr. Alok Kanojia, psiquiatra y presidente de Healthy Gamer, usted debe colaborar con los niños para encontrar un equilibrio saludable, en lugar de erigirse como la “persona mala que pone límites”. Si conoce los riesgos y los beneficios asociados al uso excesivo de videojuegos, y mantiene conversaciones habituales con los niños sobre los beneficios que obtienen jugando en comparación con otras cosas que podrían estar perdiéndose, podrá tomar las decisiones correctas para su familia.
Considere los siguientes consejos para limitar el uso de videojuegos por parte de los niños durante el verano:
- Cree una lista de actividades o tareas diarias que los niños deben completar antes de poder jugar videojuegos. Esto puede incluir tareas domésticas o pasar una cierta cantidad de tiempo leyendo, haciendo alguna manualidad y jugando al aire libre. A menudo, los niños se sumergen en una (o más) de estas actividades y dedican a ellas más tiempo del necesario, lo que se traduce en menos tiempo jugando videojuegos. Incluso es posible que quieran volver a hacerlas más tarde en el día.
- Programe alarmas para crear “horas de videojuegos” designadas cada día en las que los niños puedan jugar. Asegúrese también de programar alarmas para cuando tengan que dejar de jugar. También puede explorar las funciones de control parental en las consolas de juegos, computadoras y teléfonos inteligentes de su familia. Algunas le permiten restringir ciertos tipos de contenido por edad y programar límites de tiempo para las sesiones de juego.
- Los dormitorios son para recargar los cuerpos, no las pantallas. Mantenga los dispositivos, las computadoras y las consolas de videojuegos fuera de los dormitorios para que los juegos no interrumpan el sueño y para que usted pueda controlar lo que hacen. Tampoco debe haber videojuegos durante hora de la comida, y especialmente en la mesa.
- Cuando los niños sean mayores, pídales a sus amigos que dejen sus teléfonos en una caja cuando vengan de visita a la casa. Así, los niños y sus amigos estarán enfocados en pasar tiempo juntos, aunque parte de ese tiempo sea interactuando mientras miran una pantalla más grande. Asegúrese de informar a los padres de los amigos de sus niños sobre esta política para que puedan comunicarse con usted directamente si necesitan comunicarse con los niños, y hágales saber a los amigos de sus niños que pueden acceder fácilmente a los teléfonos si necesitan comunicarse con sus padres.
- Hable con sus niños sobre por qué juegan videojuegos. Pregúnteles cómo les hacen sentir los juegos y qué beneficios obtienen de ellos. Luego, pregúnteles qué les gusta fuera de los videojuegos. Podría descubrir que los niños se están enfrentando a un desafío, como el acoso escolar o un conflicto con un amigo, y están usando videojuegos para sobrellevar la situación. Si puede ayudarlos a superar ese desafío, es probable que quieran pasar tiempo jugando esos videojuegos.
- Haga que los niños se paren sobre una tabla de equilibrio o sobre una pelota de yoga cuando jueguen videojuegos. Pídales que se tomen un descanso y que se muevan si nota que se están descontrolando.
- Una hora después de que los niños comiencen a jugar videojuegos, pregúnteles cuánto se están divirtiendo. Luego, vuelva a preguntarles al cabo de dos horas. Lo más probable es que cuanto más tiempo jueguen, menos se diviertan. Pueden aburrirse o incluso frustrarse. Los niños a menudo no procesan el impacto real de sus juegos a menos que alguien se lo señale. Converse un rato sobre cómo se sienten, sugiérales que se tomen un descanso para hacer algo más, como ir al parque o juntarse con amigos, y dígales que pueden volver a jugar videojuegos más tarde si realmente lo desean.
- A medida que los niños crecen, hable habitualmente con ellos para saber qué metas (académicas, atléticas, artísticas, profesionales, etc.) pueden tener, así como para hacerles saber el tiempo y el esfuerzo que supone alcanzarlas. Recuérdeles que el verano puede ser una gran oportunidad para trabajar en pos de esas metas y que cuanto más tiempo pasen jugando videojuegos, más tiempo tardarán en alcanzarlas.
Cabe destacar que gestionar la cantidad de tiempo que los niños juegan videojuegos puede ser mucho más fácil si están ocupados con otras actividades en las que no se puede jugar.
Estas actividades pueden incluir:
- Asistir a acontecimientos deportivos o practicar ellos mismos algún deporte.
- Asistir a un campamento.
- Hacer voluntariado.
- Tomar clases de música, baile o de arte.
- Pasar tiempo con amigos.
- Ir a la playa o al lago.
- Descubrir la ciudad en familia.
- Organizar noches de cine y juegos en familia.
- Visitar a familiares o amigos de la familia.
- Tomarse unas vacaciones en familia.
- Cuidar niños, cortar el césped, hacer las tareas domésticas o trabajar (si tienen edad suficiente) para ganar dinero.
...y mucho más.
Manténgase informado de las últimas tendencias y riesgos relacionados con las actividades en línea de su niño/a consultando periódicamente las actualizaciones de fuentes fiables, como: Common Sense Media (commonsensemedia.org), National Online Safety (nationalonlinesafety.com) y Childnet International (childnet.com). También puede hacer clic aquí para ver nuestra lista de recursos útiles para padres y niños relacionados con la seguridad digital.
Descargue aquí nuestra Guía rápida para padres sobre los niños y los videojuegos.